
Parte III a)– en busca de nuevas formas; evolución y crisis
-vientos de cambio desde Asia y Europa-
19.- Toru Takemitsu
la música de vanguardia
El compositor japonés Toru Takemitsu fue uno de los grandes maestros de la música de vanguardia del siglo XX. En su obra supo combinar en un cuerpo único, coherente y personal influencias tan dispares como el impresionismo de Debussy, la música atonal y experimental de Messiaen, y la música tradicional japonesa.
Sus aportaciones, al incorporar todo el lenguaje de vanguardia al cine, son inmensas: música atonal, instrumentos electrónicos y partes pregrabadas, uso de ruidos, orquestaciones no convencionales, melodías fragmentadas y extrañísimas… y, sobre todo, el uso del silencio. Ese mismo silencio que su país debió experimentar tras las bombas atómicas y los bombardeos que arrasaron casi todas sus ciudades.
Jugó con todo tipo de silencios: el silencio musical, haciendo desaparecer la música de forma inesperada para centrarse en los ruidos de la película; el silencio de los sonidos, haciendo que solo la música acompañase a unas imágenes por completo enmudecidas; y el sobrecogedor silencio absoluto. En las escenas de batalla de «Ran» podemos ver de forma muy clara como juega con todos ellos.
Películas
Confronting Silence(1995)
2.- Giovanni Fusco
la vanguardia llega a Europa
Giovanni Fusco fue uno de los compositores más originales y arriesgados de la historia del cine.Fusco trabajó con otros directores igual de complejos y exigentes que él con el espectador, como Alain Resnais, Bernardo Bertolucci, Jean-Luc Godard, Pier Paolo Passolini, Costa-Gavras, los hermanos Tavianni, Umberto Lenzi, Marco Bellochio o el español Julio Buchs.
Películas
El doctor Antonio (1937)
La condesa de Parma (1936)
Chronique d'un amour(1950)
Hiroshima, mon amour(1959)
La Aventura(1960)
La confesión(1970)
3.- Nino Rota
integración, eclecticismo y genio
Nino Rota ya tenía una intensa y larga carrera, tanto de ópera y música orquestal como de bandas sonoras, cuando conoció a Fellini. Su primera colaboración fue en «El jeque blanco» y, a partir de ahí, comenzaron una relación que quedaría escrita en la historia del cine con letras de oro. Obras maestras del cine iluminadas por obras maestras de la música, melodías y orquestaciones que parecían nacer de las imágenes de tal manera que es imposible imaginarse a Fellini sin Nino Rota y, quizá, a Nino Rota sin Fellini.
El estilo de Rota es ecléctico y personal. Toma lo que necesita de la vanguardia, del clasicismo, de la música popular o del folklore, y lo usa para crear un universo único. Usa la gran orquesta cuando le resulta adecuado y, cuando no, no tiene problema en recurrir a pequeños conjuntos e incluso a temas propios de fanfarrias y bandas de música, como la inmortalizada en «8 y medio». Su estilo se ajusta a cada director y a cada película, creando mundos diferentes para cada uno de ellos, pero en el fondo de todos siempre está presente su personal aliento y su capacidad para crear melodías bellísimas y rebosantes de inspiración.
Películas
Treno popolare(1933)
Guerra y paz(1956)
La gran guerra(1959)
El padrino(1972)
El padrino II(1974)
Huracán(1979)
Parte III b) – en busca de nuevas formas; evolución y crisis
-el auge de la música popular y electrónica
1.- Henry Mancini
un puente hacia la música popular
Tras una sólida y variada formación musical que incluía tanto la música clásica como la de jazz, en 1952 Henry Mancini entró a formar parte de la Universal. Durante seis años trabajó en numerosas películas de ese estudio, aunque la mayor parte de las veces sin aparecer en créditos. Sus composiciones de esta primera época son temas orquestales de corte clásico, como la bella melodía de «La mujer y el monstruo», o canciones, como el simpático chachachá de «Cuatro chicas en la ciudad». Como en su juventud había tocado en la orquesta de Glenn Miller, fue encargado de la orquestación de la música de su biografía «Música y Lágrimas», y su resultado fue tan bueno que, por él, recibió su primera nominación al Oscar y comenzó a firmar sus siguientes trabajos.
Henry Mancini, enseguida, se convirtió en uno de los compositores más solicitados de Hollywood, con lo que dejó la Universal para trabajar por libre. Uno de sus primeros encargos fue «Desayuno con Diamantes», donde su maravilloso tema principal se ve acompañado por la aún más extraordinaria canción «Moon River». Una banda sonora dulce y triste que define perfectamente el tono de la película y que, enseguida, se haría inmensamente popular. Con ella Mancini no solo conquistó el corazón de los espectadores, sino que también ganó sus dos primeros Oscar: a la mejor banda sonora y a la mejor canción.
A partir de ahí el número de premios sería colosal. 18 nominaciones al Oscar de las que ganó cuatro (todos con películas de Blake Edwards), 72 nominaciones a los Grammy de las que ganó 20 (record aún imbatido), dos Emmys y un Globo de Oro.
Películas
It came from outer space(1953)
Sonrisas y lágrimas(1953)
Desayuno con diamantes(1961)
Días de vino y rosas(1963)
Darling Lili(1970)
El hijo de la pantera rosa(1994)
2.- Raymond Scott / Louis y Bebe Barron
la llegada de la música electrónica
Raymond Scott no compuso ni una sola banda sonora y, de hecho, ni el cine ni la televisión le interesaban demasiado. Sin embargo su nombre ha acabado asociado al mundo de la imagen por dos razones: la compra de buena parte de su obra por parte de Carl Staling para los estudios Warner, y sus pioneras investigaciones en el mundo de la grabación y la música electrónica.
Para Raymond Scott, ahora, el verdadero autor de música debía de tener como objetivo no una partitura sino un máster de audio. La grabación, para él, no era solo la parte mecánica del proceso de transferencia de la música a un soporte para su conservación y difusión, sino un medio más con el que trabajar el sonido para conseguir un resultado único y original.
Louis y Bebe Barron, autores de la primera banda sonora exclusivamente electrónica que se incorporaría a una película comercial: «Planeta Prohibido», una curiosa adaptación de «La tempestad» de William Shakesperare, obra que ya se había convertido en western en la magnífica «Cielo Amarillo» de William Welman (que optó, curiosamente, por no usar banda sonora alguna; solo el tema de créditos iniciales, tomado de otra película), y que ahora se convertía en ciencia ficción de la mano de Fred M. Wilcox.
A partir de esos pioneros, y de muchos otros, la penetración y presencia de la música electrónica en el cine (veremos algo más de esto en la siguiente entrada) y en todo tipo de estilos (clásica, rock, pop, disco, jazz) se ha ido haciendo omnipresente y ya estamos tan habituados a ella que no nos resulta sorprendente. Sin embargo, en su momento, los trabajos de estos autores resultaron ser absolutamente revolucionarios y sentaron las bases de la música que escuchamos hoy en día.
Películas
Bells of Atlantis (1952)
Miramagic (1954)
Jazz of Lights (1956)
Crystal Growing (1959)
The Computer Age (1968)
More Than Human (1974)
Cannabis (1975)
3.- Miles Davis
la música popular conquista el cine
Miles reclutó a los músicos franceses Barney Wilen, Pierre Michelot y René Urtreger, y al batería americano Kenny Clarke, y los citó para una única sesión de grabación nocturna en el estudio de sonorización de la película. Según Malle les iba proyectando sus imágenes, ellos iban improvisando sobre las bases melódicas de Miles Davis. Comenzaron a las once de la noche y a las cinco de la madrugada habían finalizado su trabajo. En apenas seis horas, sin partitura previa y sin conocer la película antes de comenzar, Miles Davis había compuesto una de las mejores bandas sonoras de la historia. Un ejemplo peligroso, porque ¿cuántos músicos poseen ese talento y capacidad?
Albunes
Birdland 1951(1951)
Miles Davis at Carnegie Hall(1961)
Live at the 1963 Monterey Jazz Festival(1963)
Miles & Quincy Live at Montreux(1991)






